El planeta Spin Boldak es apenas una pequeña lucecita en la inmensidad del universo de la triple W. Un rinconcito para hablar sobre lo que pasa en España, en el mundo, en los medios... De todo un poco, sin tabúes ni concesiones al virus de lo políticamente correcto, que todo lo infecta y corroe.

martes, marzo 21, 2006

ZP, plano y sin ideología

Mucho se ha hablado sobre si el presidente de esta macedonia de regiones, naciones, autonomías, nacionalidades y no sé qué inventos más que es España, es un rojo de pura cepa, un izquierdista radical, un marxista tapado o algo peor. En Italia están convencidos de que es un Lenin de nuevo cuño, echémonos a temblar.

Pues bien, yo creo que es un indocumentado sin más ideología que joder al PP en todo lo que pueda. Como no tiene ni programa, ni convicciones ni nada que se le parezca, ha decidido que lo más razonable es hacer exactamente lo contrario a lo que se hizo durante los ocho años de gobierno de Aznar. Ya pagaremos este desmontaje a plazos de España, de su vertebración, de su economía, de sus mimbres sociales. El muy ladino ha sabido aprovechar el gran rechazo que genera Aznar y su legado en gran parte de la población, y se ha aprovechado de un PP que sigue groggy tras el monumental robo del 14-M. Se lo han puesto muy fácil a ZP, Blanco y Rubalcaba cuando los que están enfrente son Zaplana y Acebes, dos personajes indigestos para el común de los mortales.

Dos ejemplos que definen a la perfección a este gobernante con la mente en blanco:
- ZP dice que "volvemos a Europa", pero a la primera de cambio muestra su verdadera cara de estatalista de viejo cuño en el asunto de la OPA de E.On.
- A ZP se le hace el culo Pesi-Cola hablando de la ayuda al tercer mundo, de la cooperación, y pone a Moratinos y a la Pajín a hacer el cabra con las ONG's. Medidas de cara a la galería, porque a la hora de la verdad, cuando puede demostrar que sí quiere hacer algo por los más desfavorecidos, se alinea con Francia y hace fracasar la reunión de la "Ronda de Doha" en Hong Kong, en la que Occidente debía apostar fuerte por levantar los aranceles y liberalizar sus economías para dar un espaldarazo a los países pobres.

Del dicho al hecho hay un buen trecho, ya se sabe. Pero estos dos años de palabras vacías están siendo demasiado largos. Lo que me temo es que, como no se espabile el PP, esto puede ir para rato...

 
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