Che Aznar...

¡Glubs! ¡Líder innato y preclaro! Quién te ha visto y quién te ve...
No os asustéis. Se trata sólo de una campaña publicitaria de Converse, pero hay que reconocer que les ha quedado muy lograda. El parecido físico es brutal, pero el ideológico está más alejado que nunca.
Recuerdo hace un par de años, de viaje por Estados Unidos, me llamó la atención el exitazo de las camisetas con la imagen del Che entre la juventud neoyorquina, especialmente entre la comunidad negra. Las veías por todas partes, las vendían en todos lados. ¿Rebeldía? ¿Moda? Vaya usted a saber. Lo que no quiero es ni imaginarme cómo sería el mundo hoy día sin EE.UU. tal y como lo conocemos. Imaginad por un momento la pesadilla de EE.UU. en manos del marxismo.
Su determinación para combatir el comunismo (la ideología más devastadora, asesina y criminal de todos los tiempos), su pasión por la libertad, el individualismo, el capitalismo, la iniciativa privada, el optimismo... Sin ese faro (a veces un foco que da "largas" y deslumbra, sacando al resto de la carretera) no sé qué sería de nosotros.
Porque, aunque la mayoría no lo recuerde, fueron ellos los que liberaron a Europa del yugo nazi, los que pagaron la reconstrucción, los que financiaron nuestra Arcadia feliz (gracias por el término, Kagan) mientras mantenían a raya el expansionismo soviético.
Yo lo que tengo por ellos es gratitud, una enorme gratitud por los servicios prestados. Puede que a veces se pasen, pero nunca debemos olvidar que estamos todos en el mismo barco. Y hay que apoyarles y estar con ellos antes que con Cuba, eso desde luego.
Yo creo que Aznar iba en esa línea, pero no le entendieron o no se explicó bien. La antidemocrática izquierda hizo el resto. Y así nos va ahora.