Lo que hay que oír/ver

* El presidente del Grupo Planeta, José Manuel Lara Bosch, es uno de esos personajes que va por la vida con cara de no enterarse de nada, pero que tiene más peligro que una piraña en un bidé. Hoy ha participado en el Fórum Europa, organizado por Nueva Economía, y ha dicho que está preocupado por las "heridas" que ha abierto el Estatut entre Cataluña y el resto de España, que "nos va a costar a tiempo" curar. También ha comentado que el proceso estatutario ha desencadenado un "nivel de crispación grave" que le preocupa. Vaya por Dios. Curioso comentario viniendo de uno de los firmantes/promotores (junto al incalificable Godó y otros) del famoso manifiesto "Volem un nou Estatut", publicado en la Prensa catalana. También curiosas palabras para uno de los responsables de que el diario "Avui" siga en la calle, a pesar de que había quebrado y volvía a las alcantarillas de las que nunca debió salir. Cuentan (denunció valientemente Carlos Herrera, en Onda Cero) que el tripartito obligó a Planeta a acudir al rescate. Esa coacción no la denuncia, ¿para qué? Mejor hablar en abstracto de lo que le preocupa la gran zanja abierta entre Cataluña y el resto de España. Y seguir disfrutando del oasis catalán.

* Vaya rebote se ha pillado la directora general de RTVE, Carmen Caffarel, por las declaraciones del presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM), Fernando González Urbaneja, que aseguró ayer en una Comisión del Senado, que "quizá no haya ningún sitio en España con más corrupción que en esa casa (RTVE), una corrupción morfológica, desde el principio al fin, de esas que casi no se perciben, pero de la que todos son partícipes". Menudo crack, el amigo Urbaneja, un auténtico ídolo desde ya para la profesión. La Caffarel le ha enviado hoy mismo una carta en la que le dice que sus declaraciones "constituyen una falsedad y una grave ofensa", al tiempo que asegura que está llevando a cabo "una gestión empresarial absolutamente honesta y transparente". Pues si ella lo dice... Yo me quedo con la impostura antropológica de Urbaneja, siempre genio y figura.