Accidente mortal

En realidad, han sido dos "accidentes mortales", siguiendo la terminología para referirse a las víctimas del terrorismo acuñada por la desgracia de presidente que nos ha tocado sufrir.

Dicen por ahí que los contrarios a los chalaneos del Gobierno socialista con ETA nos alegramos del atentado, de los muertos... Mejor despreciarles con nuestro silencio ante sus provocaciones. Son los mismos sinvergüenzas que cargan contra la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) en cuanto tienen ocasión. Son los mismos que han respaldado a ZP cuando llamó "hombre de paz" a un sanguinario asesino como Ignacio de Juana Chaos. Son los mismos que han defendido que sentarse a hablar con los etarras podría ser más productivo que hacerlo con el PP, la fuerza política que, no lo olvidemos, representa a la mitad de los españoles.

Son, en definitiva, escoria.

Que se enteren de una vez: queremos la paz, queremos la derrota de los terroristas, queremos el consenso de los demócratas en materia antiterrorista... queremos, en definitiva, lo que no tenemos ahora ni creo que consigamos con este presidente, que insufló vida a un moribundo.

Despreció los robos en Francia de 350 pistolas y de materiales químicos para fabricar bombas. Despreció el rebrote de la kale borroka. Despreció el regreso de las cartas de extorsión. Despreció las advertencias de la izquierda abertzale. Creyó a pies juntillas las promesas de los terroristas (a saber qué les ha prometido él).

Y luego pasó lo que pasó.

Y no lo olvidéis, va a volver a despreciar la memoria de los muertos y la opinión de la mayoría. Porque, no lo dudéis, VA A SEGUIR SENTÁNDOSE A LA MESA CON LOS TERRORISTAS.