El regreso de Garzón

Baltasar Garzón ha vuelto a la Audiencia Nacional. Lleva apenas unas horas, ni una semana, poquita cosa. Pero ya ha tenido tiempo para dejar su sello, su indeleble impronta. En su primera decisión de calado, ha dado carpetazo a las tesis de su antecesor, Fernando Grande-Marlaska, y se ha negado a prohibir la reunión que celebrarán mañana en Bilbao el Partido Socialista de Esukadi (PSE) y Batasuna.

Dice que tomar esta medida sin saber si el encuentro tendrá contenido delictivo sería "una resolución de contenido político" y no judicial. "Una vez se tengan elementos, datos o indicios de que lo realizado es aparentemente delictivo se actuará, pero no antes", ha afirmado en un auto el magistrado. Garzón, curiosamente, coincide con la Fiscalía-marioneta, con el PSOE y el Gobierno vasco.

Se cierra el círculo, por si alguien no se había dado cuenta. El PP está, oficialmente, solo. Bueno, no, le respaldan 10 millones de españoles. Espero que algunos más en las próximas elecciones, que ya no me atravería yo a aventurar en qué territorio se celebrarán.