Rodeados de mediocres

El primero es Patxi, más feliz que una lombriz después de haberse reunido con el batasuno Otegui. En la foto aparece serio, pero no os queda la menor duda de que está más ancho que largo, consciente de que está haciendo historia (con minúsculas, claro).

Sinceridad, confianza, gran calado, construcción entre todos, sin derrotados, etc, etc, etc... Un panorama idílico que contrasta dramáticamente con la realidad: una España que se rompe cada día un poquito más.

El otro mediocre del día también vive por la zona. Es Javier Eskubi (¿Scooby Doo?), concejal de la formación filoetarra Aralar, encargado de lanzar el chupinazo este año. "¡Vivan las fiestas de San Fermín!" ha sido lo que ha gritado hoy a las doce del medio día en euskera y español. La alcaldesa de Pamplona, Yolanda Barcina, de Unión del Pueblo Navarro, ha enmendado el ridículo tomando un micrófono y lanzando por sorpresa el tradicional "¡Viva San Fermín, gora San Fermín!". Es que el tal Eskubi aduce que no podía gritar esta fórmula porque es agnóstico. Mirá tú qué pena.

¿Le ha dicho alguien a este imbécil que si ha tenido el honor de lanzar el chupinazo desde el balcón del Ayuntamiento ha sido porque es el representante de una corporación municipal, y no como individuo particular? Y lo más obvio: que sin la veneración a San Fermín no habría fiestas... El caso es destrozarlo todo, que no quede nada: fronteras, estatutos, leyes, tradiciones... Y nadie dice nada. Verlo para creerlo.