Adiós al "colgao" de Sadam

Sé que no es políticamente correcto decirlo... pero no soy uno de esos que se ha llevado las manos a la cabeza por el ahorcamiento de Sadam. También soy de los que me he partido de risa y he reenviado a tutiplén el sms en el que el ex dictador iraquí pedía un buen plan para Nochevieja... porque le habían dejado colgado.

Vamos, que puestos a tener pena, prefiero sentirla por las decenas de miles de torturó, asesinó, gaseó y encarceló durante su régimen de terror.

Sadam por lo menos tuvo algo parecido a un juicio, en el que pudo gritar, alegar, defenderse, patalear... aunque la suerte estuviera echada de antemano. Sus víctimas no tuvieron la más mínima oportunidad de defenderse.

La forma en que se despacharon a gusto sus verdugos antes de ejecutarle es lo más parecido a la justicia que han tenido comunidades secularmente masacradas como los chiíes. No es para tanto que le humillaran un poco con la soga ya al cuello. Es lo mínimo. Una cierta justicia poética ya que no se le podía dejar en mdio de una plaza para que el pueblo le aplicara la ley de Lynch.

En fin, que 2006 ha sido un buen año en lo que a desaparición de dictadores se refiere. Slobodan Milosevic, Augusto Pinochet, Sadam Husein... Que pase el siguiente.