Pildorillas
* Asturias también quiere nuevo Estatuto, faltaba menos. PSOE e IU, socios de gobierno en la región, ya están ultimando los borradores. Parece que querían poner al bable como lengua oficial y calificarse también de nación, en lugar de la más acertada "comunidad histórica". Todo indica que estos desvaríos no llegarán a buen puerto. Ya veremos.
* 2006 pasa a ser el "Año de la Memoria Histórica", una extraña denominación que podría inducir a pensar que hay que aprenderse otra vez de memoria la lista de los reyes godos y cosas así. No, es algo más siniestro. Se trata de una proposición de ley votada por PSOE, IU y CiU que asegura que la II Repúblicafue "la más importante experiencia democrática" antes del actual periodo, que comienza con la muerte de Franco. Yo lo llamaría "Año de la Desvergüenza Izquierdista", porque obviar todo lo malo que trajo la República y elevarla a los altares sin someterlo a un riguroso análisis parece demencial. Yo me considero republicano, pero no al "modo español", que es izquierdista, excluyente, radical, anticlerical y cainita. Ya dinamitaron el asunto en los años 30 (o es que no recuerda nadie que las derechas ganaron unas elecciones y no pudieron gobernar por la presión frentista de la izquierda y los separatistas). Si va a ser así, me quedo con los Borbones.
* El presidente del BBVA, Francisco González, afirma que los bancos deberían modificar su horario, abrir por la tardes y, con suerte, los fines de semana. Me parece que la ciudadanía en pleno apoya la moción, pero supongo que ya harán los sindicatos todo lo posible para que eso sea imposible.
* Ana Patricia Botín aboga "por el talento, y no las cuotas" el día en que se aprueba la ley que consagra la discriminación positiva en España. Qué bestias, no saben lo que están haciendo. Lo de dar cargos por cuestión de sexo, raza, religión o lo que sea es una burrada. Yo lo viví en mis carnes cuando residí hace años en Estados Unidos. Estas leyes han llenado las administraciones de funcionarios vagos e incompetentes, atascando por completo los engranajes de la burocracia. Aquí quieren que afecte también a los partidos políticos, a las empresas privadas... El enésimo dislate de los ZP boys, me temo.